martes, 30 de julio de 2013

problemas de caràcter internalizante asociados a las DA

PROBLEMAS INTERNALIZANTES ASOCIADOS A DIFICULTADES DE APRENDIZAJE

1          DIFICULTADES DE APRENDIZAJE DE CARÀCTER EXTERNALIZANTE E INTERNALIZANTE

Hay muchos padres que sientan la necesidad de dar respuestas a ciertas conductas y situaciones de la vida cotidiana con las que se encuentran y que les plantean grandes dilemas en su tarea diaria de educar. Existen una serie de estrategias que pretenden ayudar a los progenitores en la difícil tarea de educar.

Para ello y con un carácter preventivo y formativo, se ofrecen las posibilidades educativas que tienen los padres ante las dificultades de sus hij@s, ofreciéndoles asesoramiento sobre los recursos y estrategias educativas que les ayuden a ell@s y a sus hij@s a encontrar una manera personal de educar, de forma adecuada y eficaz. Con ellas se ayudará a restablecer la capacidad de manejo sobre los comportamientos del niño o la niña, y a recuperar la capacidad para que los padres recuperen el control de sus propias emociones.

Las dificultades de aprendizaje van asociadas a trastornos conductuales 
externalizante que derivan en conflictos entre el niño/a y su entorno como pueden ser: 


  • Hiperactividad
  • Oposicionismo
  • Problemas atencionales
  • Agresividad
  • Conducta antisocial
  • Déficits de autorregulación…

Los problemas de carácter 
internalizante asociados a dificultades de aprendizaje son: 


  • Problemas de procesamiento de la información
  • Problemas emocionales o internalizantes
  • Sistemas de creencias
  • Ansiedad
  • Autoconcepto
  • Depresión
Características y prevalencia de los problemas de ansiedad, depresión y quejas somáticas en una muestra clínica infantil de 8 a 12 años, mediante el CBCL (Child Behavior Checklist)
Concepción López Soler*, Maria V. Alcántara, Visitación Fernández, Maravillas Castro y Jose A. López Pina
 Edición web (http://revistas.um.es/analesps)

El estudio de las características y prevalencia de los desórdenes emocionales y del comportamiento en infancia y adolescencia es un campo de investigación necesario tanto para establecer tratamientos eficaces como para desarrollar programas de prevención. Diversos trabajos indican la existencia de trastornos psicológicos en la infancia, con altas tasas de continuidad en la adolescencia y a lo largo de la vida adulta (Achenbach, Dumenci, & Rescorla, 2002; Angold, Messer, Stangl, Farmer, Costello & Burns, 1998; Bickman & Rog, 1995; Costello & Angold, 1995). Estudios en población pediátrica de 2 y 3 años de edad, obtienen una prevalencia del 25% de alteraciones psicológicas (San Román, Pedreira, López-Torres, Bonete & Castelló, 2002). En otros estudios epidemiológicos realizados en diversos países (Achenbach Dumenci & Rescorla, 2002; Cicchetti & Cohen 2006; Schwab-Stone y Briggs-Gowan, 1998), las tasas de prevalencia de psicopatología infanto-juvenil se sitúan entre el 15 y el 20% de la población. Uno de los estudios pioneros en epidemiología psicopatológica en infancia fue realizado en la isla de Wight a todos los chicos y chicas de 10 y 14 años, por Rutter, Tizard y Whitmore (1970). La prevalencia encontrada fue de 6.8% a los 10 años y 20% a los 14 años.
Las alteraciones psicológicas en la infancia han sido tradicionalmente clasificadas en dos patrones básicos de problemas psicológicos: del comportamiento y de las emociones (Achenbach & Edelbrock, 1983; Quay, Routh & Shapiro, 1987). Las alteraciones de las emociones o síndromes internalizantes están relacionadas con inestabilidad del estado de ánimo, obsesiones, problemas somáticos, nerviosismo, inseguridad, miedos, fobias, tristeza, apatía, disforia, inquietud, tensión, preocupación y culpabilidad entre otros síntomas.
Para el diagnostico de los trastornos internalizantes se puede emplear la sintomatología descrita por la American Psychiatric Association (APA) en las diferentes propuestas realizadas mediante los sucesivos Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM), que hacen referencia a tres síndromes puros, por semejanza con los trastornos en los adultos: problemas afectivos, problemas de ansiedad y somatizaciones. Mediante el Child Behavior Checklist (CBCL) (Achenbach & Edelbrock, 1983) es posible explorar tres síndromes internalizantes equivalentes a los tres diagnósticos descritos en las clasificaciones oficiales (Achenbach & Dumenci, 2001): trastornos afectivos, trastornos de ansiedad y problemas somáticos (Tabla 1). Sin embargo, las taxonomías empíricas muestran que la sintomatología internalizante no aparece tan claramente delimitada en infancia y adolescencia, y propone agrupaciones mixtas de síntomas. Achenbach y colaboradores han realizado diferentes análisis factoriales sobre los ítems del CBCL, y han aislado tres síndromes empíricos internalizantes: ansiedad/depresión, retraimiento/depresión y quejas somáticas. La ansiedad y la depresión no se organizaron como síndromes independientes. La configuración de un trastorno mixto ansiedad-depresión en la infancia ha sido indicado recientemente por Echeburúa y Corral (2009). En adolescentes españoles se ha identificado esta agrupación mixta (Lemos, Fidalgo, Calvo, y Menéndez, 1992; López-Soler y Freixinos, 2001; López-Soler, García, Pérez, de la Nuez, y Fernández, 1997; Martínez de Salazar, López-Soler, García, Pérez, y Martínez, 2001).





Tabla 1: Síndromes empíricos internalizantes CBCL-DSM.

Sìndrome
Sìntomas
Problemas afectivos

*Hay muy pocas cosas que le hacen disfrutar
*Llora mucho
*Se hace daño a si mismo/a o ha intentado *suicidarse
*No come bien
*Se cansa demasiado
*Duerme menos que la mayoría de los niños/as
*Duerme más que la mayoría de los niños/as de *día o de noche
*Habla de querer matarse
*No duerme bien
*Infeliz, triste y deprimido
*Cree que tiene que ser perfecto
*Poco activo/a, lento/a o le falta la energía
*Se siente inferior o cree que no vale nada

Problemas de ansiedad

*Es demasiado dependiente o apegado a los *adultos
*Tiene miedo a ciertas situaciones, animales o *lugares diferentes de la escuela
*Le da miedo ir a la escuela
*Nervioso/a, ansioso/a o tenso/a
*Demasiado ansioso o miedoso
*Se preocupa mucho

Problemas somáticos

*Dolores o molestias sin causa médica
*Dolores de cabeza sin causa médica
*Náuseas, se siente mal sin causa médica
*Problemas en los ojos sin causa médica
*Erupciones o problemas en la piel sin causa *médica
*Dolores de estómago o retortijones sin causa *médica
*Vómitos sin causa médica



Instrumentos como el CBCL en sus distintas versiones permiten valorar semejanzas y diferencias en cuanto a las taxonomías en psicopatología infanto-juvenil en diferentes poblaciones, países y culturas (Crijen, Achenbach & Verhulst, 1999; Weine, Phillips & Achenbach, 1995; Rescorla et al., 2007; Weisz, Suwanlert, Chaiyasit, Weiss, Achenbach & Trevathan, 1989).
Las investigaciones realizadas mediante listados amplios de conductas, indican que los trastornos internalizantes son los patrones de alteración psicológica más comunes encontrados en la infancia (Achenbach, 1982; Achenbach & Edelbrock, 1983; Quay, 1986; Siu, 2008), fundamentalmente los temores, miedos y fobias (Sandín, 1997). Sin embargo, los trastornos externalizantes son más visibles en el contexto familiar y escolar, al manifestarse mediante conductas disruptivas que interfieren en el funcionamiento de los menores en esos ambientes, poniendo a prueba la tolerancia y habilidad para regular ese comportamiento.
Esto implica mayor remisión a dispositivos de salud mental y mayores tasas de diagnósticos clínicos (Cova, Maganto & Melipillán, 2005). Además, la sintomatología internalizante puede y suele manifestarse en la infancia junto a alteraciones del comportamiento de tipo externalizante, tales como: irritabilidad, impulsividad, agresividad, inatención, comportamientos disruptivos, etc., quedando menos visible a los adultos.
Sin embargo, un estudio llevado a cabo con el CBCL en población general indica que, en los síndromes externalizantes se obtienen puntuaciones directas superiores a las puntuaciones obtenidas en las escalas internalizantes (Fuentes, Fernández & Bernedo, 2004). Por otro lado, la prevalencia de los trastornos internalizantes en menores adoptados o en familias de acogida (Heflinger, Simpkins & Combs-Orme, 2000; Smith, Howard & Monroe, 2000), evaluada a través del CBCL, fue inferior a los externalizantes, aunque en el primer estudio los menores presentaron porcentajes entre el 40% y el 45% en rechazo afectivo e inhibición. Es importante destacar que la sintomatología internalizante se relaciona con la vulnerabilidad a desarrollar estrés postraumático (TEPT) en situaciones adversas (Saigh, Yasik, Oberfield, Halamandaris & McHugh, 2002) y que las reacciones postraumáticas más graves, que constituyen el trauma complejo, incluyen sintomatología externalizante junto a internalizante (Cook et al, 2005; López-Soler, 2008; López-Soler et al., 2008; van der Kolk, Roth, Pelcovitz, Sunday & Spinazzola, 2005), lo que puede alterar las prevalencias obtenidas cuando los estudios sobre menores con dicha patología no tengan en cuenta esta reacción compleja como respuesta extrema a experiencias muy adversas.

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